En los primeros tiempos de Internet, los gurús de antaño tenían que encontrar la manera de que las computadoras hablaran con los servidores. Eventualmente llegaron a un estándar llamado Protocolo de transferencia de hipertexto, más conocido como HTTP, un protocolo de capa de aplicación que usa un navegador de Internet para indicarle a un servidor que le muestre un cierto sitio web solicitado. Aunque hay muchos otros estándares de comunicación utilizados para otras tareas, este fue el elegido para la navegación por Internet.
Entonces, ¿qué pasa con la ‘S’ en HTTPS?
Si adivinaste «Seguro», entonces estás en lo cierto. El uso de este método encripta la ruta entre el navegador de una computadora y el sitio web para hacerlo más seguro y evitar que los ojos y las miradas roben los datos que pasan entre ellos.
¿Como funciona?
El navegador de tu computadora y el servidor tienen bloqueos y llaves digitales. Una explicación simplificada del proceso es la siguiente: el emisor de la información lo bloquea (lo encripta) y luego lo envía al receptor de la información. El receptor luego lo desbloquea (descifra) usando una clave única. Las principales versiones de cifrado utilizadas son TLS (Transport Layer Security) y SSL (Secure Socket Layer). Ambos hacen esto posible y minimizan el riesgo de que un tercero vea tus datos confidenciales.
¿Por qué es tan importante?
Si no usas HTTPS, tu información corre serio riesgo de ser detectada por los hackers. Esto significa que, si compraste algo de un minorista en línea, podrían saber lo que buscaste, lo que realmente compraste, tu tarjeta de crédito y tu información personal, como la dirección de envío y facturación, etc. Definitivamente tu seguridad es primero.
¿Cómo puedes diferenciar?
Lo que debes tener en cuenta para evitar estas trampas, son: Primero, asegúrate de que los sitios que visitas usen HTTPS, especialmente si ingresas información confidencial. Puedes verificar esto mirando la barra de URL de tu navegador. Debería decir algo como https://www.nuevositio.com. También puedes buscar y hacer clic en el símbolo de candado a la izquierda o a la derecha de la URL para verificar que sea una autoridad de certificación legítima. Esto debería proporcionarle información sobre el certificado de seguridad que está usando el sitio y si ha expirado o no.
Sin embargo, ten cuidado, algunos sitios ilegítimos pueden cambiar su favicon a una cerradura solo para hacerte tropezar. Y, por último, nada supera el sentido común. Si algo no se ve bien, entonces no confíes en él. Simplemente no vale la pena tu riesgo.
Si posees un sitio web que envía y recibe información personal y confidencial, asegúrate de que tu sitio ofrezca HTTPS para la seguridad de tus visitantes.
Neothek ofrece servicios de web hosting, registro de dominios y certificados SSL y diseño de páginas web.
En los primeros tiempos de Internet, los gurús de antaño tenían que encontrar la manera de que las computadoras hablaran con los servidores. Eventualmente llegaron a un estándar llamado Protocolo de transferencia de hipertexto, más conocido como HTTP, un protocolo de capa de aplicación que usa un navegador de Internet para indicarle a un servidor que le muestre un cierto sitio web solicitado. Aunque hay muchos otros estándares de comunicación utilizados para otras tareas, este fue el elegido para la navegación por Internet.
Entonces, ¿qué pasa con la ‘S’ en HTTPS?
Si adivinaste «Seguro», entonces estás en lo cierto. El uso de este método encripta la ruta entre el navegador de una computadora y el sitio web para hacerlo más seguro y evitar que los ojos y las miradas roben los datos que pasan entre ellos.
¿Como funciona?
El navegador de tu computadora y el servidor tienen bloqueos y llaves digitales. Una explicación simplificada del proceso es la siguiente: el emisor de la información lo bloquea (lo encripta) y luego lo envía al receptor de la información. El receptor luego lo desbloquea (descifra) usando una clave única. Las principales versiones de cifrado utilizadas son TLS (Transport Layer Security) y SSL (Secure Socket Layer). Ambos hacen esto posible y minimizan el riesgo de que un tercero vea tus datos confidenciales.
¿Por qué es tan importante?
Si no usas HTTPS, tu información corre serio riesgo de ser detectada por los hackers. Esto significa que, si compraste algo de un minorista en línea, podrían saber lo que buscaste, lo que realmente compraste, tu tarjeta de crédito y tu información personal, como la dirección de envío y facturación, etc. Definitivamente tu seguridad es primero.
¿Cómo puedes diferenciar?
Lo que debes tener en cuenta para evitar estas trampas, son: Primero, asegúrate de que los sitios que visitas usen HTTPS, especialmente si ingresas información confidencial. Puedes verificar esto mirando la barra de URL de tu navegador. Debería decir algo como https://www.nuevositio.com. También puedes buscar y hacer clic en el símbolo de candado a la izquierda o a la derecha de la URL para verificar que sea una autoridad de certificación legítima. Esto debería proporcionarle información sobre el certificado de seguridad que está usando el sitio y si ha expirado o no.
Sin embargo, ten cuidado, algunos sitios ilegítimos pueden cambiar su favicon a una cerradura solo para hacerte tropezar. Y, por último, nada supera el sentido común. Si algo no se ve bien, entonces no confíes en él. Simplemente no vale la pena tu riesgo.
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