Las firmas electrónicas son tan seguras y confiables al igual que los procesos comerciales y la tecnología que se utilizaron para crearlas. Por tanto, además de brindar confianza pública, las transacciones de alto valor necesitan firmas electrónicas de mayor calidad. Las firmas utilizadas para estas transacciones deben vincularse con el propietario para proporcionar el nivel de seguridad necesario y asegurar la confianza en el sistema subyacente.
Por lo mencionado, las empresas se beneficiarán del uso de las firmas electrónicas con un nivel adicional de confianza pública.
Las firmas digitales pueden ofrecer:
- Autenticación: Relacionando al firmante con su información.
- Integridad: Permite que cualquier cambio en la información provista se detecte más fácilmente, disminuyendo la probabilidad de un pirateo interceptado por hackers.
- No repudio: Garantizar el origen de la firma electrónica y, por lo tanto, una forma de que la firma sea de confianza pública.
Elegir la firma adecuada para tu empresa dependerá de las razones por las que necesitas adoptar un flujo de trabajo “sin papel”.
Tal vez solo intentas hacer el trabajo más rápido, en cuyo caso, el cumplimiento y la confianza no serán un problema. Si necesitas enviar documentos fuera de tu red interna, en este caso la confianza pública es importante para que tu firma digital se acepte automáticamente en diferentes documentos de software.
Ninguna empresa tiene el mismo flujo de trabajo y es por eso que cada solución debe personalizarse y adaptarse a tus necesidades individuales.
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